Otros pueden tener una percepción distorsionada del amor de Dios, creyendo que deben ganarse su amor y aceptación, lo que puede generar sentimientos de culpa e insuficiencia.Como cristianos, creemos que la felicidad proviene de Dios y es nuestro deber compartir esta felicidad con los demás. Para hacer esto, podemos seguir los siguientes pasos:Un